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miércoles, 4 de enero de 2012

Modelo de las Conductas Condicionadas

Jairo Báez
Psicólogo

El segundo gran paso del Análisis Experimental de la Conducta para explicar la causa del comportamiento, lo da el fisiólogo I. Pavlov, quien interesado por el comportamiento de los jugos gástricos en el perro, dio a luz lo que hoy se conoce como el Condicionamiento Clásico. El condicionamiento clásico apunta al proceso mediante el cual un estímulo que antes no animaba una respuesta, después de aparearlo por algún tiempo con el estímulo que sí la despierta, logra el mismo efecto por sí solo. Palabras más palabras menos, el experimento de Pavlov mostró que si a un perro se le daba una ración de comida en condiciones siempre idénticas, la respuesta de salivar, que en un principio era despertada por la comida, luego podía ser despertada por la presencia de cualquier estímulo que antes precedió la presentación de la comida. Para dilucidar el fenómeno puede verse que, el estímulo y la respuesta se inscriben en el perro desde un punto de vista adaptativo; el perro trae asociada la importancia que tiene la comida para su sobrevivencia y por tanto preparará su organismo para engullirla, y dentro de este preparase se halla el salivar. Así, aparece otra asociación en el perro, esta vez producto de la experiencia; determinadas circunstancias, (estímulos),  por repetición le indican que viene la comida, elemento básico para su sobrevivencia. El experimento se repitió posteriormente, pero esta vez, no fue la comida el estímulo; para la ocasión, se tomó un perro y se le aplicó una corriente eléctrica de cierta intensidad en una de sus extremidades, despertando así la respuesta de retirada. Uniendo, por algún tiempo, un sonido se logró despertar la respuesta de retirada, esta vez, en ausencia de la corriente eléctrica. Volvió a repetirse el postulado adaptativo: ante la amenaza a la integridad del perro, la respuesta natural era la retirada; cuando el peligro fue asociado a un  estímulo distinto y neutro en un principio (el sonido),  despertó la respuesta de defensa a su integridad.

De lo anterior se desprende que la causa del comportamiento condicionado, al igual que la causa de la conducta refleja, sigue siendo la misma. Si son manifestados por algún organismo es porque son una forma de responder efectivamente al ambiente, son adaptativos. En el hombre, parte y miembro de una cadena filogenética y ontogenética, sucede el mismo fenómeno, diferenciado sólo por el potencial biológico, que sería propio a cada especie. De tal forma que si en el experimento el perro optaba por retirarse, lo más posible es que el hombre busque desactivar la fuente de la descarga eléctrica. A manera de ejemplos de comportamientos condicionados en el hombre, se puede mencionar los casos en que una canción que se escucha siempre, en compañía de la persona amada, despertará el recuerdo en su ausencia tan sólo con escucharla; la presencia del sonido de una sirena, a medio día, que señala el término de la jornada laboral para salir a almorzar, después de algún tiempo, al ser escuchado el mismo sonido, a una hora diferente, despertará la sensación de hambre; la presencia de una cama, junto al cansancio de un día agitado que permite el sueño inmediato, confiere que después de tantas veces consecutivas, la sola presencia de la cama produzca el sueño en la persona.

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